En textos especializados sobre psicología infantil y juvenil se buscan las respuestas para lo qué está pasando. Las obras, que antes no estaban exhibidas al público, hoy están al alcance de los clientes. Dificultad para expresarse.
BUSCADOS. Los autores, argentinos y extranjeros, que abordan temas vinculados con la violencia escolar, son consultados con mayor asiduidad. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO Maestros desesperados y padres muy preocupados por el clima de violencia que se vive en las escuelas buscan ayuda no sólo en los profesionales especializados; también acuden a los libros para ver si encuentran las respuestas a sus dudas y angustias. En las librerías, según dijeron a LA GACETA, se notó un aumento de interesados en bibliografía sobre la problemática juvenil e infantil, y sobre la conducta de los adolescentes y su relación con el alcohol y la droga, entre otros temas que se vinculan con hechos de violencia o desórdenes disciplinarios.
En las librerías del centro, LA GACETA constató que algunos textos sobre estas cuestiones, que antes no estaban a la vista sino que los vendedores consultaban el sistema informático para saber si los tenían o no, hoy se encuentran a mano de los clientes, incluso en las vidrieras.
“En los últimos meses un grupo importante de docentes y de padres ha venido en busca de bibliografía muy específica: la violencia en las escuelas”, informó el propietario de la librería “El Griego”, Miguel Frangulis.
Ramón -el apellido se reserva por razones legales-, padre de un alumno de 1er grado de la escuela Bernardino Rivadavia de Tafí Viejo, que denunció a un maestro por pegarle varios chirlos a su hijo de seis años, reconoció que tuvo que consultar a una psicóloga a fin de que el niño se sienta incentivado para volver a la escuela. Agregó que en su afán por entender qué es lo que está pasando en la sociedad para que la violencia se instale en todos los ámbitos, incluido el de la enseñanza y en los propios docentes, tuvo que recurrir a los libros. “Necesito orientación; no puedo entender por qué todos actuamos de esa forma”, expresó el preocupado padre. Dijo que compró varios libros sobre psicología de los niños y del desarrollo de la inteligencia en las distintas edades, a fin de comprender mejor la conducta de los chicos y lo que necesitan o esperan de los adultos para poder desarrollarse íntegramente”, señaló.
Pérdida del lenguaje
“Hay una inquietud por conocer y comprender lo que está ocurriendo, no sólo adentro de las escuelas, sino en los distintos ámbitos donde se manejan los chicos”, dijo Silvia Giraudo, docente de la cátedra de Semiótica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Subrayó que el uso de la violencia como medio de expresión se debe a que los niños y adolescentes no cuentan con un vocabulario suficiente que les permita encontrar las palabras para expresar sus ideas o sus opiniones y debatir con argumentos. “Como no pueden expresarse con la palabra, y no han aprendido a defender su posición en una discusión, se expresan con la fuerza física”, explicó. Indicó que una de las causas de este fenómeno es un sistema educativo “altamente deteriorado, donde cada vez se exige menos a los alumnos, se estudia menos, y los docentes no se sienten estimulados para dar todo lo que pueden ofrecer”.
Sugiero que Lean:
ResponderEliminar“Violencia y escuela” (Compilacion)-Propuestas para comprender y actuar: los autores afirman que los educadores, además de una formación teórica y técnica, deben tener oportunidades para pensar y actuar, porque faltan espacios para la reflexión y para armar estrategias de acción.
* “Adolescencia y resiliencia” (M.Munist-E.N. Suárez Ojeda y otros): los autores se preguntan cómo abordar el período de la adolescencia sin caer en las posiciones más habituales: o la actitud recriminatoria que juzga y condena o la condescendiente que considera a los chicos exentos de las responsabilidades del mundo adulto.
* “Cómo reducir la violencia en las escuelas” (d. Johnson-R. johnson): “Cuando los alumnos tienen un mal manejo de los conflictos entre sí y con los docentes, el resultado es la agresión. El docente recibe en general poco entrenamiento para resolver conflictos”, afirman los autores.
* “Escuelas que curan” (L. Koplow). “Como el bienestar emocional de los niños y de los jóvenes no es una prioridad institucional, los riesgos son importantes: alumnos que agreden verbalmente; que se retraen y parecen ausentes; que se tornan dispersos, que no pueden sostener su atención e irrumpen en la dinámica de la clase”, asevera la autora.
* “Violencia y conflictos en las escuelas” (D. Míguez): “En la mayoría de los casos -sostiene el autor respecto de una investigación- en los escenarios donde hay más diálogo entre docentes y alumnos, aparecen menos episodios de hostigamiento y violencia”.