El accidente de Chernóbil se produjo el 26 de Abril de 1986. Sabemos que falta bastante aún para que se cumplan los veinticuatro años de la fecha de la lamentable catástrofe. No obstante, nos anticiparnos un poco a recordar la fecha porque, desde El Blog Verde, siempre estamos haciendo hincapié en la importancia de utilizar energías renovables, así como en el cuidado que debemos prestar a nuestro medio ambiente, en la preservación de nuestro planeta Tierra y en lo perjudicial que resulta la contaminación para la humanidad. Sin ir más lejos, hace pocos días nos enterábamos de que Greenpeace se manifiesta en contra de la energía nuclear o nos planteábamos si la energía nuclear española podría ser una solución al cambio climático. Y la respuesta es que no.
Imagen: Google
El 26 de abril de 1986, el reactor nuclear Nº 4 de la central de Chernóbil explotó a causa de varios errores humanos, liberando una nube radioactiva en la atmósfera. Ya habíamos tenido una experiencia de este tipo en 1979, pero de muy baja escala, con la fusión parcial del reactor Nº 2 de Three Mile Island en los Estados Unidos. Pero, en el caso de Chernóbil, por primera vez en la historia de la energía atómica, el mundo pudo concienciarse del horror que puede llegar a ocasionar la energía nuclear cuando está mal controlada. Las consecuencias son muy similares a las que podría llegar a producir una bomba atómica y contaminar a todo un continente en diferentes grados.
Según los estudiosos del accidente de Chernóbil, la explosión lanzó escombros del edificio y del reactor hasta casi 9 km de altura, afectando probablemente la composición de la estratósfera. Un 30% del combustible del reactor se esfumó por los alrededores de la central y del 1 al 2% (unas 50 toneladas de gas radioactivo) fueron expulsados a la atmósfera, el equivalente a 200 veces más de lo que afectó a Hiroshima. En los diez años que siguieron al desastre de Chernóbil, de 0,5 a 1% del combustible restante se dispersó en el aire en forma de gas radioactivo en 100 metros alrededor de la central nuclear.
La central nuclear se sitúa en Ucrania a 16 km de la frontera sur de Bielorrusia, a 110 km al noroeste de Kiev y a 670 km al sudeste de Moscú. La primera reacción fue la explosión en el fondo del reactor, donde la temperatura era más elevada, aproximadamente de 2500°C. El uranio fundido a 1130°C, se transformó rápidamente en un “magma” viscoso radiactivo que destruyó el contenido y todo aquello se mezcló, a su vez, con otras sustancias de alta peligrosidad.
Del saldo nefasto que dejó el trágico accidente de Chernóbil, hablaremos próximamente pero sí que podemos decir que las consecuencias de este accidente perjudicó la vida de muchos seres humanos, perjudicó al medio ambiente, produjo contaminación atmosférica y destruyó la vegetación. Para los amantes de la ecología no hay nada más terrible que aquellos que no piensan en el perjuicio que causan a nuestro planeta. Por ello, creemos que no está demás volver a recordar el episodio.
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