América Latina está viviendo una época de bonanza económica y tiene la oportunidad histórica de erradicar el hambre, que afecta a 52,4 millones de personas en el subcontinente, según el director regional de la FAO, José Graziano.
"Estamos empezando un nuevo ciclo con mucho más apoyo político, con condiciones materiales y económicas para hacerlo y sabemos cómo hacerlo", agregó en entrevista con Efe el responsable latinoamericano de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Graziano, que situó el comienzo del nuevo ciclo en la región en 2005, dijo que éste se da en un contexto de crecimiento económico sostenido, con tasas de 5 por ciento, altos precios de las exportaciones y responsabilidad fiscal.'Ahorita es (tiempo de) querer hacerlo, hay recursos, hay tecnología, hay disponibilidad y ganas en los países', añadió.
"En esta celebración del Día Mundial de la Alimentación, la FAO está llamando a poner el pie en el" subrayó Graziano, que advirtió de que la erradicación del hambre "es un derecho humano básico e imprescindible para forjar la cohesión ", tema de la próxima Cumbre Iberoamericana en Chile.
"No puede haber cohesión social con hambre". Las sociedades que conviven con el hambre no logran pactos sociales', dijo el funcionario de nacionalidad brasileña.
"Para la FAO el hambre debería ser la primera prioridad política y primera urgencia temporal en el camino hacia una mayor cohesión social y equidad en América Latina", subrayó.Agregó que la enorme desigualdad en el acceso a los recursos naturales explica que más de 52 millones de latinoamericanos no tengan garantizado el derecho a la alimentación.
Según cifras de Naciones Unidas, 852 millones de personas en el mundo tienen dificultades para alimentarse adecuadamente, de las cuales el 95 por ciento vive en los países en desarrollo.
La desnutrición crónica infantil afecta a nueve millones de niños en la región, lo que para Graziano "es preocupante y grave ya que un niño que sufre hambre va a ser un discapacitado futuro". Paradójicamente, "estos indicadores se dan en un contexto de sobre producción de alimentos", indicó. "La FAO estima hoy día que la región produce mucho más de lo necesario para alimentar a su población, concretamente un 41 por ciento más que la necesidad básica de toda su población", precisó."Ello muestra que no hay una razón para el hambre", salvo "la exclusión y la inequidad, situación que afecta principalmente a indígenas, afrodescendientes, inmigrantes y campesinos que tienen tierra pero no agua", subrayó.Sin embargo, admitió que está 'optimista' pues la situación ha mejorado y los indicadores muestran un avance sustantivo en la reducción de la pobreza.
Explicó que el crecimiento económico y de las exportaciones han estimulado la producción agropecuaria y que países como Perú, Argentina y Brasil, que sufrieron crisis entre 2000 y 2004, recuperaron fuertemente sus economías.'Hay un boom agrícola, pero eso no es suficiente pues no hay traspaso a los bolsones de pobreza extrema, por eso la FAO propugna por aprovechar este momento muy favorable, marcado además por la irrupción de gobiernos progresistas', sostuvo.'Esto último está cambiando el compromiso con los temas sociales en países importantes como Perú, Bolivia, Ecuador y Nicaragua', precisó.Indicó, asimismo, que otros países como Brasil, Argentina y Chile, que han impulsado programas exitosos de reducción de la pobreza, han demostrado que combatir el hambre no es sólo una política social sino que también de desarrollo económico.'Resulta que combatir la miseria extrema y el hambre es rentable, nuestras cifras indican que las pérdidas por hambre en Centroamérica, por ejemplo, llegan al 6 o 7 por ciento del PIB, mientras que erradicar el hambre costaría sólo el 2 por ciento', puntualizó.
En cuanto al cumplimiento de los Objetivos del Milenio de reducir a la mitad el número de personas hambrientas para el 2015, sólo Cuba y Chile ya lograron la meta, mientras Argentina, Costa Rica, Ecuador y Uruguay "van bien encaminados y van a lograr el objetivo", aseguró.
Otros países como México, Brasil, El Salvador y Jamaica necesitan un esfuerzo adicional, mientras los más rezagados son Bolivia, Paraguay, Perú y Venezuela, según los datos de la FAO.
La meta, sin embargo, es casi imposible para los países de Centroamérica y Haití, que requieren un fuerte apoyo internacional.Al respecto, Graziano destacó la cooperación de España, que a su juicio "es el ejemplo que nos gustaría tener de otros cooperantes internacionales".
"Primero por aportar siempre de manera multilateral, lo que hace una diferencia brutal con otros países como EEUU, y también porque ha elegido el tema del hambre, como lo han hecho Francia, Brasil y Chile a través de la Iniciativa de América Latina y Caribe sin Hambre", señaló.
Fuente:Terra Actualidad - EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Anímate a comentar! ♥Tu opinión es muy importante para nosotros♥
¿Te ha resultado interesante esta entrada?
¡¡Compártela en tus redes sociales!!
Gracias ♥